Cada vez más expertos levantan su voz para pedir nuevas formas de enseñanza. El mundo ha cambiado mucho más deprisa que la educación. En ocasiones parece que estamos preparando a los niños para el pasado, no para el futuro.
Estamos en un mundo donde las principales herramientas para transmitir conocimiento y diseñar el futuro, han cambiado radicalmente. ¿No sería bueno que los niños asumieran esas herramientas como propias?
Douglas Rushkoff, es uno de los más importantes teóricos de la cultura digital, además de escritor y colaborador de importantes medios. Rushkoff tuvo recientemente la oportunidad de dirigirse al Congreso de los Estados Unidos y lo hizo para pedir que se enseñe a programar a los escolares americanos. En su discurso destacaron varios puntos:
Estamos en un mundo donde las principales herramientas para transmitir conocimiento y diseñar el futuro, han cambiado radicalmente. ¿No sería bueno que los niños asumieran esas herramientas como propias?
Douglas Rushkoff, es uno de los más importantes teóricos de la cultura digital, además de escritor y colaborador de importantes medios. Rushkoff tuvo recientemente la oportunidad de dirigirse al Congreso de los Estados Unidos y lo hizo para pedir que se enseñe a programar a los escolares americanos. En su discurso destacaron varios puntos:
- Siendo niños, al adquirir nuestro lenguaje materno, no sólo aprendemos a escuchar, sino también a hablar. Cuando después incorporamos el texto, no sólo leemos, también escribimos. Ahora tenemos computadoras y enseñamos a nuestros niños a utilizarlas pero no a programarlas, sólo a escuchar, a leer, pero no a crear con el nuevo lenguaje.
- Programar no es como ser el mecánico de un coche, es más bien como ser su conductor. Si no sabemos conducir un coche, si no sabemos manejar la máquina, tendremos que limitarnos a que los que saben conducir nos lleven a donde quieran. No podremos construir nuestro propio camino.
- Las clases de computación no tienen que tratar sobre cómo utilizar el software de hoy en día (que ya no se utilizará dentro de unos años), sino sobre cómo desarrollar el software del mañana.
- La programación está basada en algoritmos, no es difícil, al menos no más difícil que las matemáticas. Si un niño puede aprender a dividir dos números de varias cifras, puede aprender a programar.
En la misma línea, Anne Lise Kjaer una de las mayores autoridades mundiales en prospectiva y que asesora a importantes multinacionales sobre cómo va a ser nuestro futuro, afirma: “Tenemos un problema con la tecnología hoy en día, no la estamos optimizando, sólo la consumimos. Creo que todos los niños en el mundo deberían aprender a programar. Para saber cómo beneficiarnos de la tecnología, tenemos primero que entenderla. Si sólo consumes, y no aprendes a crear, a controlar la tecnología, seguiremos cayendo en los mismos errores de siempre. No está bien que solo haya un grupo tan reducido de personas y compañías que controlen la tecnología, eso debería extenderse”.
Estonia, uno de los países europeos que más destaca en su esfuerzo por aprovechar la era digital, está introduciendo la programación en el currículo formativo de los niños de primaria desde el año 2013. También Reino Unido, Francia y en España, el gobierno regional de Madrid, han anunciado que incluirán la programación en sus clases de secundaria a partir del 2015, de forma que los alumnos serán capaces de crear webs, juegos o apps para dispositivos móviles.
Aprender a programar proporciona a los niños:
Recientemente, personajes como Bill Gates (fundador de Microsoft) o Marck Zuckerberg (fundador de Facebook) se posicionaban a favor de la enseñanza de la programación a los niños. Lo hacían desde un video de la organización Code.org, dedicada precisamente a concienciar sobre la importancia de introducir la programación en las escuelas. Quizá lo más curioso y destacable es que en el video también aparecían figuras ajenas al mundo de las empresas tecnológicas como el músico Will.i.am de Black Eyed Peas o el jugador de la NBA, Chris Bosh, apoyando la idea de que aprender a programar fomenta la creatividad y enseña a pensar, aunque no necesariamente trabajes como programador.
En un mundo donde todos los datos están en la palma de la mano (con cualquier Smartphone tenemos a nuestro alcance más información que la que tenía cualquier científico hace unos años), cada vez va a ser menos importante memorizar y cada vez más relevante saber qué hacer con esos datos, saber pensar.
La programación ayuda a formar una mente que sepa resolver problemas desde la lógica y el pensamiento.
Nadie duda de la importancia de que los niños aprendan idiomas, pues bien, la programación va a ser el lenguaje más importante, universal y diferenciador de los próximos años.
Estonia, uno de los países europeos que más destaca en su esfuerzo por aprovechar la era digital, está introduciendo la programación en el currículo formativo de los niños de primaria desde el año 2013. También Reino Unido, Francia y en España, el gobierno regional de Madrid, han anunciado que incluirán la programación en sus clases de secundaria a partir del 2015, de forma que los alumnos serán capaces de crear webs, juegos o apps para dispositivos móviles.
Aprender a programar proporciona a los niños:
- pensamiento lógico y desarrollo de estrategias con las que dividir problemas y atacar cada una de sus partes.
- aplicación de soluciones técnicas para cada uno de los pasos definidos en el nivel estratégico
- cuidado por los detalles, la minuciosidad y la comunicación.
Recientemente, personajes como Bill Gates (fundador de Microsoft) o Marck Zuckerberg (fundador de Facebook) se posicionaban a favor de la enseñanza de la programación a los niños. Lo hacían desde un video de la organización Code.org, dedicada precisamente a concienciar sobre la importancia de introducir la programación en las escuelas. Quizá lo más curioso y destacable es que en el video también aparecían figuras ajenas al mundo de las empresas tecnológicas como el músico Will.i.am de Black Eyed Peas o el jugador de la NBA, Chris Bosh, apoyando la idea de que aprender a programar fomenta la creatividad y enseña a pensar, aunque no necesariamente trabajes como programador.
En un mundo donde todos los datos están en la palma de la mano (con cualquier Smartphone tenemos a nuestro alcance más información que la que tenía cualquier científico hace unos años), cada vez va a ser menos importante memorizar y cada vez más relevante saber qué hacer con esos datos, saber pensar.
La programación ayuda a formar una mente que sepa resolver problemas desde la lógica y el pensamiento.
Nadie duda de la importancia de que los niños aprendan idiomas, pues bien, la programación va a ser el lenguaje más importante, universal y diferenciador de los próximos años.
Eduardo Albalá.
Réplica artículo en innovacion.cl
Colaborador blogventurecapital.com
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