
Recompensas reales por buena conducción
Wings funciona monitoreando el estilo de conducción —aceleraciones suaves, frenadas prudentes y respeto de límites de velocidad— y convierte esos buenos comportamientos en cashback directo al usuario. Es una manera concreta de incentivar hábitos seguros sin alterar el costo de las pólizas de seguro.
Retroalimentación personalizada y análisis en tiempo real
Al terminar cada trayecto, la app entrega un informe visual con consejos de mejora y recompensas. Esta retroalimentación inmediata permite a los conductores identificar sus patrones y adaptarse progresivamente, con resultados tangibles en seguridad y costos.
Asistencia integrada ante incidentes
El sistema también activa protocolos de emergencia automáticos en caso de accidentes de alto impacto. Mediante una tecnología e‑call integrada, se notifica a servicios de asistencia vial y seguros para agilizar la respuesta sin depender de intervención humana manual.
Modelo escalable y adaptable para aseguradoras
Diseñado con arquitectura white‑label, Wings está listo para ser adoptado por distintas aseguradoras latinoamericanas bajo su propia identidad de marca. Su primer caso de uso ha merecido una alianza exitosa, y otros mercados ya están siendo evaluados para su expansión.
Un enfoque tecnológico con propósito social
La visión va más allá de la oferta tecnológica; busca prevenir accidentes, no solo reaccionar a ellos. Según cifras recientes, la siniestralidad vial en países como Chile, Perú o Colombia es alarmante, y se espera que iniciativas como esta reduzcan significativamente incidentes y muertes.
Trayectoria consolidada al volante de la innovación
Jooycar no llega de cero: desde 2014 ha colaborado con aseguradoras en productos de seguro basado en uso (UBI). Con Wings aspira a ir más allá del cálculo de riesgo, apostando por una movilidad más humana, sostenible y alineada con los nuevos estándares digitales del sector.
Una experiencia que combina tecnología y bienestar
Al final, Wings representa una apuesta poderosa: unir tecnología avanzada, incentivos económicos y comportamiento responsable. La movilidad segura deja de ser un ideal abstracto para convertirse en un beneficio tangible. Para los conductores, una experiencia más justa; para las aseguradoras, una forma de reducir siniestros y mejorar fidelización.